Creencias Limitantes

Descubre cómo identificar y superar tus creencias limitantes con técnicas de hipnosis y reprogramación mental. Encuentra artículos que te enseñan a transformar pensamientos negativos y desbloquear tu potencial personal y profesional.

Creencias Empoderantes vs. Racionales: El Equilibrio Dinámico

Creencias Empoderantes vs. Racionales: El Equilibrio Dinámico

Creencias Empoderantes vs. Racionales: El Equilibrio Dinámico Creencias empoderantes o racionales, ¿en cuál tendrías que enfocarte? Vivimos en una época donde la mente se ha convertido en el campo de batalla de los significados. Entre frases de superación, el auge del coaching emocional y los enfoques cognitivos, esta pregunta fundamental es la que muchos pacientes y buscadores se hacen tarde o temprano. A simple vista parecen apuntar al mismo objetivo: mejorar la calidad de la vida mental. Sin embargo, detrás de esas palabras se esconden dos paradigmas psicológicos y filosóficos muy distintos que ofrecen soluciones a necesidades emocionales diferentes. Entender la distinción es el primer paso para utilizarlas a nuestro favor, en lugar de caer en una trampa de autoengaño o parálisis por análisis. Creencias Empoderantes: El Origen y su Función Para poder trabajar de manera efectiva con estas ideas, es crucial entender su estructura y la relación entre ellas. Son tres niveles de cognición que operan de manera interconectada, influyendo en nuestra percepción de la realidad. El término “creencias empoderantes” surge principalmente del campo del coaching, la Programación Neurolingüística (PNL) y la psicología positiva. Su premisa central es profundamente pragmática: “No importa si algo es verdad o no; lo importante es si te sirve para lograr tus objetivos y generar acción.” En este sentido, una creencia empoderante es fundamentalmente funcional, motivadora y generadora de impulso. Son afirmaciones que buscan modificar el estado emocional de manera inmediata, inyectando confianza y elevando la percepción de la propia capacidad, conocida como autoeficacia percibida (Bandura, 1977). Ejemplos Típicos: “Todo lo que necesito para triunfar está dentro de mí.” “Los obstáculos no me detienen; son solo oportunidades para crecer.” “Si otros pudieron, yo también puedo, sin importar mi historia.” Estas frases activan el sistema dopaminérgico de recompensa, lo que genera una oleada de energía, enfoque y resiliencia temporal. Son el combustible para iniciar el movimiento. El Riesgo Oculto: Sin embargo, su poder es condicional. Si una persona utiliza estas creencias para tapar un trauma no resuelto, una crisis de identidad profunda o un patrón crónico de culpa y autoexigencia, las creencias empoderantes pueden convertirse en parches emocionales que sostienen la negación. Son como una inyección de adrenalina cuando lo que se necesita es una cirugía. El alto emocional no es sostenible y el crash suele ser más duro. Las creencias racionales: el paradigma cognitivo Por otro lado, las creencias racionales provienen directamente de la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) de Albert Ellis (Ellis, 1962). Ellis, un pionero en la terapia cognitiva, planteó que la raíz del sufrimiento emocional no son los eventos, sino las creencias irracionales sobre esos eventos. Su enfoque es la aceptación de la realidad. Ellis propuso que el pensamiento racional busca regular las emociones sin caer en la negación, la autoexigencia o el catastrofismo. Una creencia racional no busca eforia, sino ajuste a los hechos. Su objetivo es el desapego saludable y la estabilidad psicológica. Una creencia racional no busca empoderarte, sino ajustarte a los hechos.Por ejemplo: “Me gustaría que las cosas salieran bien, pero puedo tolerar si no es así.” “No necesito la aprobación de todos para tener valor.” “El fracaso no me define, sólo indica que debo ajustar mi estrategia. Estas ideas invitan a la humildad, la aceptación de la incertidumbre, la imperfección y la responsabilidad personal. El beneficio no es la motivación inmediata, sino la solidez psicológica a largo plazo. Permiten que el individuo se mueva con efectividad, no con euforia. Empoderamiento sin Negación: La Danza de Ambas Dimensiones El dilema no debería ser creencias empoderantes versus creencias racionales, sino cuándo y cómo integrarlas. La verdadera maestría mental reside en crear un equilibrio dinámico entre el impulso y la perspectiva.   En un proceso de transformación personal o terapia, ambas pueden y deben coexistir: Fase de Activación (Empoderante): Primero se activa el sistema emocional y motivacional con ideas que rompen el miedo y la inercia (la chispa). Fase de Sostenibilidad (Racional): Luego se reorganiza la estructura cognitiva con creencias que son más realistas y sostenibles a largo plazo (el motor bien ajustado). Milton Erickson, el maestro de la hipnosis, lo entendía perfectamente: antes de ayudar a una persona a pensar distinto, hay que mover su experiencia emocional. Primero la emoción que impulsa, después la razón que dirige. Entonces, ¿Cuál Te Conviene? La respuesta es un diagnóstico de tu momento actual: Si estás bloqueado, desmotivado o el miedo te paraliza, las creencias empoderantes pueden funcionar como una chispa necesaria. Usa la fuerza de “Si otros pueden, yo puedo” para dar el primer paso. Si ya estás en camino, pero notas autosabotaje, ansiedad excesiva o te paralizas por el miedo al juicio, entonces necesitas creencias racionales que te devuelvan la perspectiva. Usa la madurez de “Puedo tolerar el error; no me define.” El empoderamiento sin racionalidad es euforia vacía; la racionalidad sin empoderamiento es análisis sin acción. La verdadera transformación ocurre cuando ambas dimensiones dialogan, creando una autoestima que es a la vez fuerte y flexible. Cada creencia tiene una función dentro de tu sistema mental, pero ninguna sustituye el trabajo de explorar las raíces inconscientes de por qué crees lo que crees. La hipnosis ericksoniana ofrece una vía poderosa para acceder a los esquemas profundos (patrones automáticos de pensamiento y emoción) que condicionan tu forma de pensar, sentir y actuar. Permite reprogramar las limitaciones desde un nivel inconsciente, haciendo que las creencias racionales y empoderantes se instalen de forma orgánica y duradera, no solo como frases repetidas. Descubrirás que cambiar tu mente no es solo pensar distinto, sino sentir de otra manera tu propia historia y tu capacidad de respuesta ante la vida. Si deseas identificar las creencias limitantes que operan a nivel inconsciente y reprogramarlas para un desarrollo pleno, puedes beneficiarte de la hipnoterapia. Referencias Bibliográficas  Bandura, A. (1977). Self-efficacy: Toward a unifying theory of behavioral change. Psychological Review, 84(2), 191–215. (Fuente para el concepto de Autoeficacia percibida). Ellis, A. (1962). Reason and emotion in psychotherapy. Lyle Stuart. (Fuente para la Terapia Racional Emotiva Conductual – TREC

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¿Cómo identificar creencias limitantes?

¿Cómo identificar las creencias limitantes? Identificar creencias limitantes es el paso crucial entre un resultado a medias positivo, con resultados que dejan qué desear y al mismo tiempo son las respuesta a por qué, a pesar de tus esfuerzos y talentos, hay una voz interna que te susurra que no eres suficiente o por qué a menudo te sientes paralizado frente a una oportunidad, o te encuentras repitiendo patrones de comportamiento que te alejan de tus metas. La respuesta a estas preguntas suele residir en un conjunto de ideas arraigadas en tu mente, conocidas como creencias limitantes. Estas no son meras opiniones, sino verdaderas “reglas” inconscientes que dictan la forma en que percibimos el mundo y, lo más importante, a nosotros mismos. En este artículo, profundizaremos a tal grado que te sea fácil identificar creencias limitantes, diferenciándolas de conceptos similares pero distintos como los pensamientos automáticos y las creencias nucleares. Además, te proporcionaremos casos prácticos y técnicas específicas basadas en la ciencia para que puedas identificarlas con precisión y, finalmente, transformarlas. Pero primero lo primero… Creencias Limitantes, Pensamientos Automáticos y Creencias Nucleares Para poder trabajar de manera efectiva con estas ideas, es crucial entender su estructura y la relación entre ellas. Son tres niveles de cognición que operan de manera interconectada, influyendo en nuestra percepción de la realidad. 1. Pensamientos Automáticos: La Punta del Iceberg Son los pensamientos instantáneos, a menudo irracionales, que cruzan nuestra mente en respuesta a un estímulo. Surgen de forma espontánea y son la manifestación más visible de un sistema de creencias subyacente. Un ejemplo podría ser: “Me han invitado a hablar en una reunión importante, seguro que lo arruinaré.” No son reflexiones profundas, sino reacciones rápidas y superficiales. Identificar y cuestionar estos pensamientos es el primer paso para acceder a niveles más profundos. 2. Las Reglas de Juego Inconscientes: Creencias Limitantes Las creencias limitantes son las conclusiones generalizadas que hemos extraído de nuestras experiencias de vida, a menudo en la infancia o adolescencia. Son las “leyes” que nos hemos impuesto a nosotros mismos y al mundo. En el ejemplo anterior, el pensamiento automático (“lo arruinaré”) podría derivar de una creencia limitante como: “No soy lo suficientemente competente como para ser el centro de atención” o “Mis ideas no tienen valor”. Estas creencias, aunque no son la base fundamental de nuestra identidad, actúan como un potente filtro que distorsiona la realidad y limita nuestras acciones. 3. El Cimiento de tu Identidad: Creencias Nucleares (o Centrales) En psicología y desarrollo personal, las creencias limitantes suelen clasificarse en tres tipos principales, según su origen y cómo afectan nuestra vida: Sobre tí mismo, sonre los demás y sobre la vida Estas son las ideas más profundas, rígidas y fundamentales que tenemos sobre nosotros mismos, los demás y el futuro. Son el núcleo del trabajo de identifcar creencias limitantes pues forman tu autoconcepto. Son la razón de ser de nuestras creencias limitantes y pensamientos automáticos. Si seguimos el ejemplo, la creencia limitante de “No soy lo suficientemente competente” podría provenir de una creencia nuclear aún más profunda, como: “Soy un fracaso” o “Soy indigno”. Estas creencias son las más difíciles de cambiar, pero su transformación tiene el poder de reestructurar por completo nuestra realidad. Técnicas para Identificar Creencias Limitantes La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), validada por décadas de investigación, ofrece herramientas precisas para desenterrar y desafiar estas cogniciones. A continuación, exploraremos algunas de las técnicas más efectivas. 1. El Registro de Pensamientos (Modelo de Aaron T. Beck) Su objetivo es que el individuo se convierta en un observador de su propia mente. Al llevar un registro detallado, se pueden identificar patrones y la relación causal entre pensamientos, emociones y comportamientos. Situación: Describe de forma objetiva la situación que desencadenó el evento. Pensamiento Automático: Anota exactamente lo que pasó por tu mente. Emoción: Califica la intensidad de la emoción experimentada (ansiedad, tristeza, ira) en una escala del 0 al 100. Creencia Limitante Subyacente: Una vez identificados los patrones, pregúntate: “¿Qué conclusión estoy sacando de esta situación que se repite?” Ejemplo: Situación: Mi jefe me dio una retroalimentación constructiva sobre mi desempeño. Pensamiento Automático: “Me está criticando. No le gusta mi trabajo. Debería ser perfecto.” Emoción: Ansiedad (80%), Vergüenza (60%). Creencia Limitante: “Mi valor como persona depende de mi desempeño profesional perfecto.” 2. La Técnica de la Flecha Descendente (cuestionamiento socrático) Inspirada en el método socrático, ésta consiste en cuestionar de forma sistemática un pensamiento automático hasta llegar a la creencia nuclear. La clave es hacer preguntas abiertas y profundas, como “¿Qué significa eso sobre mí?” o “¿Cuál sería la peor consecuencia?”. Ejemplo Práctico: Pensamiento Automático: “La idea que presenté en la reunión no fue la mejor.” Pregunta: “¿Y qué significa eso?” Respuesta: “Que no soy creativo y la gente me verá como inútil.” Pregunta: “¿Y qué significa eso sobre ti como persona?” Respuesta: “Que no valgo para este trabajo, que soy un fraude.” Pregunta: “¿Y si fueras un fraude, qué significaría eso?” Respuesta: “Que soy fundamentalmente defectuoso e indigno.” Siguiendo estos pasos puedes excavar hasta la creencia nuclear de “Soy indigno”, la raíz de todos los demás pensamientos. 3. Identificar Creencias Limitantes basado en el Modelo de Niveles Lógicos de Robert Dilts El renombrado experto en Programación Neurolingüística (PNL), Robert Dilts, desarrolló el modelo de los Niveles Lógicos, una herramienta poderosa para entender cómo los diferentes niveles de nuestra experiencia (entorno, comportamiento, habilidades, creencias, identidad y espíritu) se influyen mutuamente. Este ejercicio, basado en su modelo, te ayudará a identificar creencias limitantes muy arraigadas: Define tu meta o desafío: Elige un área específica de tu vida en la que te sientas bloqueado (ej: lanzar un proyecto creativo, mejorar tu salud, ascender en tu carrera). Nivel 1: Entorno: ¿Qué elementos de tu entorno (personas, lugares, recursos) están relacionados con este desafío? Anota las circunstancias externas. Ejemplo: “No tengo el tiempo ni el dinero para dedicarme a mi proyecto.” Nivel 2: Comportamiento: ¿Qué acciones específicas estás llevando a cabo (o dejando de hacer) en relación con tu meta? ¿Cuáles son los comportamientos que te

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Cambio de creencias, volúmen I

Cambio de creencias

Cambio de creencias Si decidiste leer este artículo es porque, seguramente, eres un apasionado del desarrollo humano, o bien, eres un facilitador de procesos de cambio (psicoterapeuta, coach, etc…) y sabes que el cambio de creencas es uno de los pilares en cualquier proceso terapéutico. También sabes que las creencias son esas ideas, muchas veces inconscientes, que moldean nuestra forma de interpretar el mundo, a nosotros mismos y a nuestras experiencias y suelen ser determinantes en nuestras relaciones interpersonales. Por eso, cuando estas creencias limitantes permanecen intactas, los cambios se vuelven superficiales o temporales. ¿Qué son las creencias y por qué importan? En cualquier proceso de cambio personal o terapia, uno de los elementos más poderosos y transformadores es el cambio de creencias. Las creencias son esas ideas, muchas veces inconscientes, que moldean nuestra forma de interpretar el mundo, a nosotros mismos y a nuestras experiencias. Por eso, cuando estas creencias limitantes permanecen intactas, los procesos de cambio se vuelven superficiales o temporales. Éstas funcionan como filtros mentales. Son las conclusiones que hemos adoptado a lo largo de la vida basadas en nuestras vivencias, educación y entorno. Por ejemplo, creencias como “no soy capaz”, “el mundo es peligroso” o “no merezco ser feliz” condicionan cómo actuamos, sentimos y tomamos decisiones. Cuando estas creencias son negativas o limitantes, pueden generar bloqueos emocionales, dificultades para alcanzar objetivos, problemas en las relaciones y patrones de comportamiento repetitivos que impiden el bienestar. El rol del cambio de creencias en la terapia La verdadera transformación comienza cuando logras identificar esas creencias que te limitan y trabajas en modificarlas. En terapia, ya sea a través de hipnosis, programación neurolingüística, terapia cognitivo-conductual o cualquier otro enfoque, el objetivo es que puedas reestructurar esas creencias desde un lugar de seguridad y autoconocimiento. Cambiar una creencia no significa simplemente pensar diferente, sino integrar una nueva verdad que permita actuar y sentir de manera distinta, más saludable y adaptativa. Y mientras estás leyendo y eres consciente de que llegaste a este punto tal vez te preguntas ¿cómo se facilita el cambio de creencias? es de la siguiente forma: Reconocimiento consciente: Identificar cuáles son las creencias que sostienen el problema. Cuestionamiento: Analizar si esas creencias tienen base real o son producto de interpretaciones erróneas. Experiencias nuevas: Generar vivencias emocionales que contradigan la creencia limitante. Reprogramación mental: Utilizar técnicas específicas para crear nuevas asociaciones y significados. El cambio de creencias en los procesos terapéuticos: fundamentos necesarios   Las creencias limitantes son esas ideas que actúan como anclas internas. Quizás ni las notas, pero condicionan lo que haces, lo que evitas, lo que crees que mereces. Creencias como “no soy suficiente”, “no puedo confiar en nadie”, o “si me muestro vulnerable, me van a rechazar”, no solo afectan cómo piensas: también alteran cómo sientes, cómo te relacionas, cómo tomas decisiones. Según Aaron Beck (1976), estas creencias están en la raíz de muchos problemas emocionales como la ansiedad, la depresión o la inseguridad crónica. Y Albert Bandura (1997) demostró que tu creencia en ti mismo —lo que él llamó autoeficacia— es uno de los factores que más influye en tu capacidad para actuar, aprender, lograr objetivos y recuperarte después de fallar. Por otro lado, considero fuertemente que sepas cuáles son -bajo mi perspectiva los cinco fundamentos que son necesarios que tomes en cuenta al iniciar el arduo y fascinante camino de cambiar tus creencias. Son los siguientes: 1. Tus creencias son nominalizaciones: no son verdades, son interpretaciones En PNL, se dice que las creencias son nominalizaciones (Bandler & Grinder, 1975). ¿Qué significa eso? Que lo que tú llamas “creencia” es, en realidad, una palabra que encierra un proceso mucho más complejo: vivencias, emociones, conclusiones, experiencias pasadas. Por ejemplo, cuando dices “soy un fracaso”, estás condensando una serie de eventos, sensaciones, interpretaciones. No es una verdad absoluta. Es una etiqueta mental. Y eso es una buena noticia. Porque si una creencia es una construcción, entonces puede ser deconstruida, cuestionada y cambiada. Según Aaron Beck (1976), estas creencias están en la raíz de muchos problemas emocionales como la ansiedad, la depresión o la inseguridad crónica. Y Albert Bandura (1997) demostró que tu creencia en ti mismo —lo que él llamó autoeficacia— es uno de los factores que más influye en tu capacidad para actuar, aprender, lograr objetivos y recuperarte después de fallar. 2. Creer no es solo pensar: es un proceso emocional y neurológico Creer no es simplemente repetir una idea. Es aceptar algo como verdadero, con todo tu cuerpo, tu emoción y tu memoria. Lindeman y Svedholm-Häkkinen (2016) explican que crees para darle sentido al mundo y reducir la incertidumbre. Y eso implica no solo el pensamiento, sino también las emociones, las sensaciones físicas, e incluso los vínculos que has tenido en tu historia. A nivel cerebral, cuando crees algo, se activan redes que involucran memoria emocional, recompensa y sentido del yo (Northoff & Bermpohl, 2004). Por eso cambiar una creencia no es tan simple como “pensar diferente”. Necesitas sentir diferente. Y para eso, muchas veces necesitas vivencias nuevas, acompañamiento y técnicas adecuadas. 3. Las creencias son una forma de identificarte con tu sistema En psicología, un sistema es un conjunto de elementos interrelacionados que funcionan como una unidad para mantener cierto equilibrio, adaptación y propósito. Estos elementos pueden ser pensamientos, emociones, conductas, creencias, valores, roles o dinámicas relacionales. El sistema no es algo externo o estático; es una organización viva, que se regula a sí misma y tiende a preservar su coherencia interna. ¿Qué caracteriza a un sistema en psicología? Interconexión: Cada parte del sistema influye en las otras. Un cambio en un elemento (por ejemplo, una creencia) puede alterar todo el sistema (por ejemplo, tus relaciones o tu estado emocional). Homeostasis: El sistema tiende a resistir el cambio y mantenerse estable, incluso si eso implica conservar dinámicas disfuncionales. Propósito y función: Todo elemento dentro del sistema cumple una función, aunque sea inconsciente o paradójica (por ejemplo, una creencia limitante puede protegerte del riesgo de fracasar). Identidad: El sistema forma parte de tu identidad:

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¿La hipnosis es real?

¿La hipnosis es real?

¿La hipnosis es real? Aunque muchos se preguntan si la hipnosis es real, esta herramienta ha sido objeto de fascinación, misterio y controversia a lo largo de la historia. A menudo se ha representado en películas y programas de televisión como un poder mágico que permite a una persona controlar la mente de otra.  Sin embargo, detrás de estos estereotipos dramáticos, la hipnosis es un fenómeno real, bien documentado y científicamente investigado. Por esa razón, en este artículo, conocerá la realidad de la hipnosis, su existencia y su base científica, haciendo referencia a algunos articulos científicos relevantes. ¿Qué es la hipnosis? Antes de abordar la existencia de la hipnosis, es importante comprender qué es exactamente este fenómeno. La hipnosis es un estado alterado de conciencia en el que una persona experimenta una mayor concentración y atención, una mayor susceptibilidad a la sugestión y una disminución de la conciencia de su entorno inmediato. Durante la hipnosis, las personas pueden estar más abiertas a seguir instrucciones específicas o a recordar experiencias pasadas de manera más vívida. Es fundamental entender que la hipnosis no es un estado de pérdida de la conciencia, pérdida de control o una manipulación de la mente, como a menudo se retrata en la cultura popular. En cambio, es un estado de profunda relajación y focalización de la atención. La Contundente Evidencia Científica de que La Hipnosis es Real La hipnosis ha sido objeto de investigación científica durante más de un siglo, y la evidencia acumulada respalda la existencia de este fenómeno. A continuación, mencionaremos algunos estudios científicos que han contribuido a nuestra comprensión de la hipnosis: 1. “Neuroimaging of Hypnosis: A Review of Functional Magnetic Resonance Imaging Studies”(2004)  Este estudio, publicado en la revista “International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis”, utilizó imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para examinar los cambios en la actividad cerebral durante la hipnosis. Los resultados revelaron patrones de actividad cerebral distintivos asociados con la hipnosis, lo que respalda su existencia como un estado mental único. 2. “The Efficacy of Hypnosis as an Intervention for Labor Pain: A Comprehensive Review of the Literature” (2010)   Publicado en la revista “Journal of Clinical Nursing”, este artículo revisó una amplia variedad de estudios sobre el uso de la hipnosis para el manejo del dolor durante el parto. Los resultados indicaron que la hipnosis era una intervención efectiva para reducir la percepción del dolor, lo que respalda su utilidad en contextos clínicos. 3. “The Oxford Handbook of Hypnosis: Theory, Research, and Practice” (2008)   Este libro, editado por Michael Nash y Amanda J. Barnier, ofrece una revisión exhaustiva de la investigación y la teoría sobre la hipnosis. Proporciona una visión completa de la existencia de la hipnosis y su aplicación en diversos campos. ¿Qué dice la APA de la hipnosis? La hipnosis no solo se ha investigado en entornos de laboratorio, sino que también se ha utilizado con éxito en la práctica clínica y terapéutica. La American Psychological Association (APA) reconoce y respalda el uso de la hipnosis clínica como una herramienta válida y basada en evidencia dentro de la psicoterapia. La hipnosis está aprobada para su aplicación por profesionales de la salud mental capacitados, como psicólogos y médicos, en el tratamiento de diversos trastornos. ​ Incluso, este organismo cuenta con una División específica (División 30) dedicada a la hipnosis: Society of Psychological Hypnosis. Esta división promueve la investigación, la práctica ética y la formación profesional en hipnosis.​ Para más información, puedes consultar los siguientes recursos oficiales de la APA:​ Society of Psychological Hypnosis (División 30): https://www.apa.org/about/division/div30 Artículo sobre la ciencia de la hipnosis clínica: https://www.apa.org/monitor/2024/04/science-of-hypnosis Entrenamiento y certificaciones en hipnosis: https://www.apa.org/monitor/2024/04/hypnosis-training-certifications Aplicaciones Prácticas: Donde la Hipnosis Realmente Marca la Diferencia La hipnosis trasciende los laboratorios de investigación y se aplica con éxito en la práctica clínica y terapéutica. Estas son algunas áreas donde la realidad y los beneficios de la hipnosis son evidentes: 1. Control del Dolor: La hipnosis se ha utilizado para ayudar a las personas a controlar el dolor, ya sea durante procedimientos médicos, como la cirugía, o para aliviar el dolor crónico. 2. Trastornos del Sueño: La hipnosis se ha empleado para tratar trastornos del sueño, como el insomnio, ayudando a las personas a relajarse y mejorar la calidad de su sueño. 3. Reducción del Estrés y la Ansiedad: La hipnosis se utiliza para reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede tener un impacto positivo en la salud mental y emocional. 4. Modificación de Comportamientos No Deseados: La hipnosis ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de adicciones, como el tabaquismo y la obesidad, así como en la modificación de otros comportamientos no deseados. 5. Terapia de Regresión: La hipnosis se ha utilizado para ayudar a las personas a explorar y comprender eventos traumáticos pasados y superar traumas. En resúmen, la hipnosis es un fenómeno real y científicamente respaldado. Numerosos estudios y evidencia neurocientífica demuestran que la hipnosis es un estado mental único y que tiene aplicaciones terapéuticas significativas. Aunque su mecanismo exacto aún se debate, su existencia como una forma de alteración de la conciencia está bien establecida. Como ya te diste cuenta, es una habilidad que cualquier persona puede aprender si lo decide, y tú, puedes empezar a sumarla a tus recursos internos en tan solo 4 días, ¿qué te falta para tomar la decisión?

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