Creencias Empoderantes vs. Racionales: El Equilibrio Dinámico
Creencias empoderantes o racionales, ¿en cuál tendrías que enfocarte? Vivimos en una época donde la mente se ha convertido en el campo de batalla de los significados. Entre frases de superación, el auge del coaching emocional y los enfoques cognitivos, esta pregunta fundamental es la que muchos pacientes y buscadores se hacen tarde o temprano.
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ToggleA simple vista parecen apuntar al mismo objetivo: mejorar la calidad de la vida mental. Sin embargo, detrás de esas palabras se esconden dos paradigmas psicológicos y filosóficos muy distintos que ofrecen soluciones a necesidades emocionales diferentes. Entender la distinción es el primer paso para utilizarlas a nuestro favor, en lugar de caer en una trampa de autoengaño o parálisis por análisis.
Creencias Empoderantes: El Origen y su Función
Para poder trabajar de manera efectiva con estas ideas, es crucial entender su estructura y la relación entre ellas. Son tres niveles de cognición que operan de manera interconectada, influyendo en nuestra percepción de la realidad.
El término “creencias empoderantes” surge principalmente del campo del coaching, la Programación Neurolingüística (PNL) y la psicología positiva. Su premisa central es profundamente pragmática:
“No importa si algo es verdad o no; lo importante es si te sirve para lograr tus objetivos y generar acción.”
En este sentido, una creencia empoderante es fundamentalmente funcional, motivadora y generadora de impulso. Son afirmaciones que buscan modificar el estado emocional de manera inmediata, inyectando confianza y elevando la percepción de la propia capacidad, conocida como autoeficacia percibida (Bandura, 1977).
Ejemplos Típicos:
“Todo lo que necesito para triunfar está dentro de mí.”
“Los obstáculos no me detienen; son solo oportunidades para crecer.”
“Si otros pudieron, yo también puedo, sin importar mi historia.”
Estas frases activan el sistema dopaminérgico de recompensa, lo que genera una oleada de energía, enfoque y resiliencia temporal. Son el combustible para iniciar el movimiento.
El Riesgo Oculto: Sin embargo, su poder es condicional. Si una persona utiliza estas creencias para tapar un trauma no resuelto, una crisis de identidad profunda o un patrón crónico de culpa y autoexigencia, las creencias empoderantes pueden convertirse en parches emocionales que sostienen la negación. Son como una inyección de adrenalina cuando lo que se necesita es una cirugía. El alto emocional no es sostenible y el crash suele ser más duro.
Las creencias racionales: el paradigma cognitivo
Por otro lado, las creencias racionales provienen directamente de la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) de Albert Ellis (Ellis, 1962). Ellis, un pionero en la terapia cognitiva, planteó que la raíz del sufrimiento emocional no son los eventos, sino las creencias irracionales sobre esos eventos. Su enfoque es la aceptación de la realidad.
Ellis propuso que el pensamiento racional busca regular las emociones sin caer en la negación, la autoexigencia o el catastrofismo.
Una creencia racional no busca eforia, sino ajuste a los hechos. Su objetivo es el desapego saludable y la estabilidad psicológica.
Una creencia racional no busca empoderarte, sino ajustarte a los hechos.
Por ejemplo:
“Me gustaría que las cosas salieran bien, pero puedo tolerar si no es así.”
“No necesito la aprobación de todos para tener valor.”
“El fracaso no me define, sólo indica que debo ajustar mi estrategia.
Estas ideas invitan a la humildad, la aceptación de la incertidumbre, la imperfección y la responsabilidad personal. El beneficio no es la motivación inmediata, sino la solidez psicológica a largo plazo. Permiten que el individuo se mueva con efectividad, no con euforia.
Empoderamiento sin Negación: La Danza de Ambas Dimensiones
El dilema no debería ser creencias empoderantes versus creencias racionales, sino cuándo y cómo integrarlas. La verdadera maestría mental reside en crear un equilibrio dinámico entre el impulso y la perspectiva.
En un proceso de transformación personal o terapia, ambas pueden y deben coexistir:
Fase de Activación (Empoderante): Primero se activa el sistema emocional y motivacional con ideas que rompen el miedo y la inercia (la chispa).
Fase de Sostenibilidad (Racional): Luego se reorganiza la estructura cognitiva con creencias que son más realistas y sostenibles a largo plazo (el motor bien ajustado).
Milton Erickson, el maestro de la hipnosis, lo entendía perfectamente: antes de ayudar a una persona a pensar distinto, hay que mover su experiencia emocional. Primero la emoción que impulsa, después la razón que dirige.
Entonces, ¿Cuál Te Conviene?
La respuesta es un diagnóstico de tu momento actual:
Si estás bloqueado, desmotivado o el miedo te paraliza, las creencias empoderantes pueden funcionar como una chispa necesaria. Usa la fuerza de “Si otros pueden, yo puedo” para dar el primer paso.
Si ya estás en camino, pero notas autosabotaje, ansiedad excesiva o te paralizas por el miedo al juicio, entonces necesitas creencias racionales que te devuelvan la perspectiva. Usa la madurez de “Puedo tolerar el error; no me define.”
El empoderamiento sin racionalidad es euforia vacía; la racionalidad sin empoderamiento es análisis sin acción. La verdadera transformación ocurre cuando ambas dimensiones dialogan, creando una autoestima que es a la vez fuerte y flexible.
Cada creencia tiene una función dentro de tu sistema mental, pero ninguna sustituye el trabajo de explorar las raíces inconscientes de por qué crees lo que crees.
La hipnosis ericksoniana ofrece una vía poderosa para acceder a los esquemas profundos (patrones automáticos de pensamiento y emoción) que condicionan tu forma de pensar, sentir y actuar. Permite reprogramar las limitaciones desde un nivel inconsciente, haciendo que las creencias racionales y empoderantes se instalen de forma orgánica y duradera, no solo como frases repetidas.
Descubrirás que cambiar tu mente no es solo pensar distinto, sino sentir de otra manera tu propia historia y tu capacidad de respuesta ante la vida.
Si deseas identificar las creencias limitantes que operan a nivel inconsciente y reprogramarlas para un desarrollo pleno, puedes beneficiarte de la hipnoterapia.
Referencias Bibliográficas
Bandura, A. (1977). Self-efficacy: Toward a unifying theory of behavioral change. Psychological Review, 84(2), 191–215. (Fuente para el concepto de Autoeficacia percibida).
Ellis, A. (1962). Reason and emotion in psychotherapy. Lyle Stuart. (Fuente para la Terapia Racional Emotiva Conductual – TREC y las creencias racionales/irracionales).
Erickson, M. H., Rossi, E. L., & Rossi, S. I. (1976). Hypnotic realities: The induction of clinical hypnosis and forms of indirect suggestion. Irvington Publishers. (Fuente conceptual para la hipnosis ericksoniana y el enfoque de “mover la experiencia”).
Seligman, M. E. P., & Csikszentmihalyi, M. (2000). Positive psychology: An introduction. American Psychologist, 55(1), 5–14. (Fuente conceptual para la Psicología Positiva y el enfoque en el potencial).