Gerardo García-Aragón

Estar hipnotizado, ¿qué se siente?

Estar hipnotizado, ¿qué se siente?

El trance hipnótico o, como se le conoce comúnmente “estar hipnotizado”, a menudo, está rodeado de mitos y malentendidos, sin embargo, en realidad es una experiencia profundamente personal y subjetiva que varía significativamente de una persona a otra.

 Durante toda mi experiencia, he alentado a quienes exploran tratamientos de hipnosis a que se sumerjan en el proceso y dejen que suceda, pues, aunque cada experiencia es única, existen ciertos signos reveladores que te indican que estás hipnotizado/a.

Estar hipnotizado, ¿qué se siente?

No es raro que durante una sesión de hipnosis tus extremidades se adormezcan, con sensaciones de cosquilleo, especialmente en manos y pies. Además, tu percepción del tiempo puede distorsionarse significativamente; lo que en realidad es una hora, puede sentirse como solo unos minutos.

Emocionalmente, la hipnosis también puede profundizar las sensaciones, haciendo que tengas más apertura a expresar sus emociones, ya sea a través de lágrimas o sonrisas espontáneas durante las sugestiones.

¿La Hipnosis es comparable a la Meditación?

Para muchos, una sesión de hipnosis se siente similar a una clase de meditación o mindfulness -aunque los objetivos son muy diferentes-. Los participantes salen de la sesión sintiéndose relajados y en paz, beneficios que con frecuencia llevan a una mejora en la calidad de vida general.

En resumen, aunque la hipnosis puede sonar misteriosa, es una herramienta terapéutica poderosa y flexible, capaz de adaptarse a las necesidades y experiencias individuales. Cada persona vive la hipnosis de manera diferente, pero los beneficios suelen ser universalmente positivos, proporcionando tanto relajación profunda como un cambio significativo en varios aspectos de la vida. 

Estar hipnotizado, ¿qué se siente?

Estar hipnotizado no se siente como “perder el control” ni como “quedarse dormido” —aunque muchos lo imaginan así. En realidad, es una experiencia de atención focalizada y de relajación profunda, donde la mente consciente se vuelve más pasiva y el inconsciente más receptivo.

A continuación te explico cómo se siente estar hipnotizado, tanto a nivel subjetivo como fisiológico y psicológico:

Cambios Sensoriales y Emocionales Al Estar Hipnotizado

1. A nivel de conciencia

  • Sensación de doble atención: una parte de ti sabe que estás ahí, escuchando al hipnoterapeuta, pero otra parte parece entrar en una especie de “burbujas mentales” donde las imágenes, recuerdos o sensaciones se vuelven muy vívidas.

  • El tiempo se distorsiona: algunas personas sienten que pasaron solo unos minutos, aunque hayan transcurrido 40.

  • Tu diálogo interno se aquieta: el flujo de pensamientos se reduce o se vuelve más lento, casi como si estuvieras observándolos desde fuera.

2. A nivel corporal

  • Relajación muscular progresiva: el cuerpo puede sentirse pesado o, en algunos casos, sorprendentemente ligero.
  • Respiración más lenta y profunda: el ritmo cardiaco y respiratorio disminuyen, generando una calma fisiológica.
  • Disociación leve: puedes sentir que tu cuerpo está ahí, pero tú estás un poco “fuera”, observando la experiencia.
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3. A nivel emocional

  • Tranquilidad y seguridad: la mayoría siente una paz profunda, como en los segundos antes de dormir pero con la mente despierta.
  • Acceso emocional más claro: las emociones pueden surgir de forma espontánea, pero sin desbordarte; más bien las observas y las comprendes con distancia.
  • Sensación de confianza o rendición positiva: no en el sentido de perder el control, sino de dejar de forzar el control consciente.
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4. A nivel cognitivo y perceptivo

  • Las sugestiones se vuelven naturales: si el hipnoterapeuta te sugiere imaginar un lugar tranquilo, lo ves, lo escuchas, lo sientes con gran realismo.

  • Imaginación amplificada: los recuerdos o visualizaciones se experimentan con una nitidez que no suelen tener en el estado ordinario.

  • Lógica suspendida: durante el trance, tu mente no analiza ni discute cada idea; simplemente la vive.

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Estar hipnotizado se siente como estar profundamente relajado, con la mente clara y abierta, en un estado entre la vigilia y el sueño, pero con una atención dirigida hacia tu interior….

…tu atención se dirige hacia dentro, el cuerpo se relaja profundamente y la mente crítica se suaviza. No pierdes el control ni te “duermes”; al contrario, accedes a un nivel de enfoque en el que tus recursos internos —emocionales, imaginativos y corporales— se vuelven más accesibles.

Es una experiencia subjetiva, íntima y profundamente natural, parecida a cuando estás absorto en una película, una meditación o un recuerdo vívido.
En ese punto, la hipnosis no te cambia: te permite cambiar desde dentro.

Bibliografía

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    → Expone cómo la experiencia subjetiva de la hipnosis depende de factores de expectativa, atención y absorción imaginativa.

  7. Erickson, M. H., Rossi, E. L., & Rossi, S. I. (1976). Hypnotic Realities: The Induction of Clinical Hypnosis and Forms of Indirect Suggestion. New York: Irvington.
    → Describe con detalle cómo se experimenta el trance hipnótico ericksoniano desde la fenomenología interna del paciente.

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